miércoles, 24 de julio de 2013

CAPÍTULO 22. FINAL.

CAPÍTULO 22.

Louis se colocó el casco, y subió a su moto, arrancando, y alejándose de la universidad lo más rápido posible.
Estaba seguro de que Harry no iría a otro lado que no fuera su casa, ya que en ese momento era el único lugar seguro. Aún así, supo que no llegaría después que él; la velocidad que había alcanzado con su moto podría estar igualada a los latidos de su corazón.
La noche refrescaba un tanto y Louis agradeció de tener la americana mientras esperaba con impaciencia la llegada de Harry.
El chico de ojos verdes caminaba a paso rápido, y pudo distinguir la sombra que se encontraba sobre los primeros escalones de su casa. Louis.
—¿Qué haces aquí?—el chico de los rizos se colocó delante de él, cruzándose de brazos, inquisitivo.
—Solo...simplemente quería venir. ¿Tienes problema con eso, Styles?
Aquel tono desagradable pilló a Harry en desconcierto. Hacía menos de media hora le había declarado su amor y ahora le trataba de aquella manera...
—Sí. Tengo problemas con tu bipolaridad, Louis.
El chico de ojos azules se levantó, poniéndose a su altura, y luego pasó una mano por la maraña de pelo rizado de él.
—Eso no es un problema, Haz... Problema es tener que lidiar con una familia como la mía... o quererte de esta manera que hasta me duele.
El corazón de Harry había comenzado a acelerarse, y cerró los ojos cuando la mano que Louis colocaba en su cabello, agarró un mechón de su pelo, atrayéndolo, y apoyando su frente con la del chico de ojos azules.
—No sabes cuánto me duele no haber podido decírtelo hasta ahora...No sabes lo mucho que he sufrido teniéndote que ver en brazos de otros, Harry, porque te quiero, y te he querido desde el maldito instante en que me sonreíste por primera vez.  Te quiero y te voy a querer por hacer de mí alguien mejor, Harold Edward Styles.
El chico de pelo rizado abrió los ojos levemente, y le miró a él, a Louis, SU LOUIS.
—Vamos, entremos en casa, aquí comienza a hacer frío.—el chico de ojos azules le dedicó una sonrisa tierna, y bajó su mano enterrada en los rizos del otro chico, hasta entrelazar sus dedos con los de él, entrando a la casa.


La habitación de Harry, como siempre, era sencilla, con pocas cosas a destacar, excepto por los ventanales de su habitación y las vistas que ellos conservaban.
—Es bonita. Sencilla, pero bonita.
Harry asintió agradecido, y le dedicó una sonrisa leve. Desató el pañuelo que llevaba atado al cuello en plan informal, y dejó la americana sobre la silla del escritorio, quedándose solo con los vaqueros oscuros y la camiseta básica de manga larga blanca.
El chico de ojos azules simplemente le observó, callándose cualquier comentario que podría haber hecho.
El silencio de la habitación solo era interrumpido por el sonido de algún coche que pasaba. Harry dio un toque a su lado de la cama, invitando a Louis para que se sentase a su lado. Este tardó un segundo más de lo que Harry hubiese querido, antes de poder abalanzarse sobre él y besarle; pero todo fue diferente. Louis se tomó su tiempo antes de ocupar el sitio al lado de Harry, mientras seguía observándole en silencio.
—¿Qué ocurre?—se atrevió a preguntar el chico de los rizos, que se sentía intimidado.
—Intento encontrar algo que me haga saber por qué tardé tanto tiempo en darme cuenta... Hazza, me has cambiado, y no precisamente para mal...
El chico de ojos verdes sonrió tímido. Sentía como el corazón le latía en los oídos, y le costaba tragar.
—Y me gustaría poder seguir así, Louis. Me encantaría, pero no estoy dispuesto a ser otra vez un títere... No quiero.—El chico de ojos azules le cortó.
—Nunca fuiste un títere...Pero prometo no hacerte sentir así nunca más...Te quiero, Harry, y te quiero solo para mí.
El chico de ojos verdes alzó una mano hasta la cara del otro chico.
—Y lo soy. Soy tuyo, Louis.
Y eso fue lo último que se escuchó antes de que sus labios se uniesen en un beso esperado, quizás, el más esperado de todos.
Los labios de Louis se movían con suavidad sobre los de Harry, y sus manos acompañaban el ritmo suave de ellos, bajando desde su cara, hasta la cintura del chico de ojos azules.  La lengua de Harry se atrevió a entrar en acción, dibujando una línea sobre los labios de Louis, mordiéndole levemente, más tarde, el labio inferior, haciéndole reír.
Las caricias pasaron de ser suaves a ser algo más desesperadas, haciendo que ambos quedasen con el torso descubierto y sobre la cama. Aún así, sus labios seguían unidos, con sus alientos entremezclados, saboreándose, y sintiéndose como nunca antes habían podido.
Harry le quería, y ese sentimiento era recíproco. Se querían y se tenían, y ahora nadie podía hacer nada.
El corazón de Harry latía desbocado cuando la mano de Louis bajó hasta su pantalón. Un escalofrío recorrió el cuerpo del chico, y dejó escapar un leve jadeo.
—Louis...eh... es mi primera vez.
El chico de ojos azules volvió a alzar la mano hasta su mejilla, acariciándola y dándole un leve beso, después, en los labios.
—También la mía, Haz... Siempre deseé que mi primera vez fuese con la persona con la que quisiera pasar el resto de mis días; y esa persona ha llegado, y eres tú.
Harry alzó la cabeza para alcanzar, una vez más, los labios de Louis, mientras este volvía a dibujar el camino hasta su pantalón con el dedo índice.  El chico de ojos azules logró despojarle de toda la ropa que le cubría, y dejó que el otro chico le hiciese lo mismo, sin dejar de mirarse a los ojos, ni de disfrutar de sus besos, caricias y susurros.

Las sábanas a penas cubrían la mitad de sus cuerpos entrelazados ya. Harry había sido el primero en sentir a Louis. En sentirlo al cien por ciento. Con Louis sobre su espalda, dejando un reguero de besos sobre ella, hasta llegar a su nuca, y deslizarse hasta el lóbulo de su oreja, besándola, mordisqueándola, y susurrándole mil y una vez lo agradecido que estaba por tenerle.
—Te quiero, Harry, y te quiero de todas las maneras posibles.
Harry sonrió pícaro cuando Louis salió de él.
—Y me has tenido en todas las maneras posibles, hasta ahora.
El chico de pelo rizado dio un beso en la punta de la nariz al otro chico, haciéndole reír; más tarde besó su hombro, y logró deslizar su boca hasta su pecho, hasta el pecho de Louis, el cuál jadeó al sentir el contacto de la lengua de Harry sobre sus pezones.
El chico de ojos azules enredó sus manos entre la maraña de pelo rizado de Harry, mientras besaba cada rizo de su cabello.
Segundos después, Louis gemía levemente al sentir el dolor de la penetración. Harry intentaba ser cuidadoso, aliviando el dolor besándole, e intentando distraerle de alguna que otra manera.
—Y sabes que tú has tenido que sentir esto...
—Pero la tuya es más pequeña, Louis, no lo olvides.
Louis golpeó leve a Harry en el brazo cuando este estaba ya dentro de él, y el chico de pelo rizado comenzó a reír, posando su boca sobre la del otro chico, contagiándole, y más tarde suspirando y dejando escapar su aliento.
Las manos de Louis se deslizaban sobre la espalda de Harry, una vez este había salido del chico de ojos azules, que había jadeado desesperadamente durante los últimos minutos de penetración. Aún mantenían sus labios unidos cuando Harry decidió posicionarse justo al lado de Louis, entrelazando sus dedos con los de él.
—Gracias por cada segundo de esta noche, Lou...Gracias por haber hecho que este día haya sido el mejor de todos.
Louis negó, apretando su mano.
—Gracias a ti, Hazza...por dejarme formar parte de tu vida.
La noche transcurrió así, entre besos, susurros y confesiones que jamás se habían atrevido a decir. Palabras y promesas que se llegarían a cumplir, porque Harry tenía a su Louis, y Louis tenía a su Harry.

1 comentario:

  1. Hey me siento culpable por leer el capitulo final, la verdad apasionado y bello, aunque claro creo que fue para mi demasiado xD
    Muchos saludos!!!

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